Días de vino y rosas

Sandra y Luis se conocen en un aeropuerto rumbo a Nueva York. Una nueva vida para ambos llena de sueños y promesas. "¡Juntos hasta en el paraíso!" gritan a los pocos días.

Podría haber sido así, pero algo aún más fuerte que el amor se interpuso en su camino...

Me encanta ir al teatro y descubrir una obra maravillosa. Eso me pasó el jueves cuando fui con mi madre a ver esta obra que tantas ganas teníamos de ver y que ya quitaban, y mereció la pena. Una historia de amor preciosa y tristísima que te hace plantearte muchas cosas, como teniendolo todo en la vida, o creyendo tenerlo, puedes acabar estropeandolo y perdiendolo todo, e incluso haciendo daño a la persona a la que más quieres, por algo que es superior a ti. Podreis pensar que qué deprimente. Pues si, vale. Pero así es la vida, señores.
Y a veces hace falta que te la planten delante de las narices, como en este caso hacen los dos protagonistas. Creo que no hace falta decir lo maravillosos actores que son Carmelo Gómez (uno de mis actores favoritos, y la principal razón por la que fuimos a ver la obra; su escena del monólogo el Alcoholicos Anonimos es realmente impresionante) y Silvia Abascal, pero bueno, por si acaso lo digo: dos de los mejores actores españoles que hay en la actualidad! Las escenas en las que los dos están borrachos son brutales, y ambos transmiten tanto con la voz, la presencia y la mirada, que pasas de reir al principio de la obra a llorar al final sin que apenas te des cuenta.
En fin, una obra muy buena, muy bien dirigida, con una puesta en escena sencilla pero a la vez muy eficaz (cómo con prácticamente un sólo espacio, el salón de la casa, se puede hacer ver como está la situación en ese momento, según dónde, cómo y qué cosas están colocadas) y mejor interpretada, y con una utilización de las canciones "New York, New York" y "What a wonderful world" realmente bueno, con versiones que van acompañando el estado de ánimo de los protagonistas. Merece mucho la pena y una vez más vuelve a abrir las puertas a lo que es la magia del teatro.